La acacia me es conocida
Sois maestros? La acacia me es conocida.–
La acacia es el emblema de la inmortalidad, de la moral pura, limpia y sin mancha. La acacia es un árbol que no es atacado por las plagas, ni se pudre con la humedad. Se le consideraba un símbolo descriptivo por su madera incorroible e incorruptible a la acción de las plagas y del tiempo; por eso es el emblema de la pureza de los principios, los preceptos, las enseñanzas y las máximas masónicas.
El árbol rechaza todo insecto perjudicial, de la misma manera, la orden rechaza todo elemento nocivo, malo o corrompido; a cambio, recibe hombres libres y de buenas costumbres, además avalado por su conducta porque han conseguido eliminar sus errores y apartado de los vicios y las pasiones.
Las hojas de la acacia se inclinan durante las horas de la noche y se yerguen durante el día, de esta manera participan de las actividades de la naturaleza. Simbólicamente quiere decir que debemos compartir nuestras costumbres en el desarrollo cotidiano de las ocupaciones.
La acacia fue siempre destinada con fines de consagración por ser incorruptible, pura y duradera. Por eso Moisés ordenó que de su madera se construyera el Arca de la Alianza, la mesa para el pan de proposiciones y los demás muebles sagrados, por considerar que deberían servir para siempre.
En el simbolismo masónico la acacia me es conocida es el emblema de la inmortalidad del alma, cuya doctrina moral se encuentra en Parménides, Platón, Anaxágoras y Sócrates. No debemos olvidar que cada signo, palabra, emblema, alegoría, símbolo y en general hasta el mobiliario; los útiles y las prendas que se utilizan dentro de una logia, son representativos de otros tantos temas de enseñanza que sirven para interpretar objetiva y gráficamente, las disciplinas de estudios para una constante evolución y renovar a todos los seres de la misma naturaleza; comenzando por uno mismo.
Cuando se instruye el masón, no tiene por qué temer las consecuencias de destino incierto, porque al marchar sabe a dónde va, con los signos sabe a lo que se atiene, por eso no teme a la muerte, porque ha cruzado el tártaro; tampoco teme al destino incierto, a los mundos ignorados, ni mucho menos a los ideales que son sostenidos por la esperanza, por el amor y género humano.
El maestro masón, al decir: LA ACACIA ME ES CONOCIDA quiere decir que no le teme a nada, ni a nadie, en este y otros mundos, porque es dueño de su conciencia y con esto demuestra que ha triunfado sobre las vicisitudes de la vida, ha bajado al seno de la tierra, ha resurgido de entre la materia y ha sido purificado y regenerado.
La acacia me es conocida, el masón sabe que la vida se sostiene por la muerte y que la muerte no es mas que un nuevo grado de evolución en el ser humano, por eso, la verdadera meta del masón es actuar con rectitud, amor, virtud y filantropía.
Al pasar por este grado, el tercer grado de la masonería simbólica, la acacia, símbolo de la inmortalidad, se vuelve emblema y símbolo del maestro masón, que ya renació para la virtud, dejando atrás las bajas pasiones.
Como curiosidad, la acacia contiene dimetiltriptamina o DMT, sustancia que se encuentra también en mayores proporciones en la planta ayahuasca, similitud o casualidad, eso queda al libre entendimiento y al punto de vista masonico